Aprende qué errores evitar al integrar propósito en tu proyecto emprendedor. Descubre cómo ser auténtico y coherente, con ejemplos y consejos prácticos.
¿Greenwashing? Un Propósito Vacío Que Quedó al Descubierto
Imagina esto: Una reconocida empresa de moda anuncia a bombo y platillo su nuevo propósito de "ser sostenibles y éticos". Lanzan campañas, hacen eventos, lo gritan a los 4 vientos. ¡Qué bonito! ¿No? Pues no...
Poco después sale a la luz que siguen produciendo en países con mano de obra cuestionable. Continúan usando telas y tintes contaminantes. Sus tiendas y oficinas ni reciclan ni ahorran energía. Vaya... ¡puro humo y espejos! Su supuesto "propósito" era sólo marketing vacío. Resultado: escándalo, críticas, clientes decepcionados y reputación por los suelos.
Si algo nos enseña este caso es que integrar propósito en un proyecto no es un juego. Hay que hacerlo bien o mejor no hacerlo. ¿Quieres evitar meter la pata? Presta atención, porque vamos a ver los errores más comunes al crear proyectos con propósito y cómo evitarlos. ¡Allá vamos!
Error 1: La Incoherencia Que Delata
Un error clásico es decir una cosa y hacer otra. No puedes pregonar "valores éticos" si internamente haces todo lo contrario. ¿Ejemplos? Sobran. Como cierta empresa que promociona la "inclusión", pero en su directiva no hay una sola mujer. O la que presume de "sostenibilidad" mientras su fábrica contamina un río cercano. ¡Plop! Si tu propósito no se refleja en tus acciones diarias, la incoherencia te delatará tarde o temprano.
¿La solución? Asegúrate de que tu propósito se alinee con todo lo que haces, tanto interna como externamente. Que impregne cada decisión, cada proceso, cada detalle. Sólo así será realmente auténtico. Si dices que apoyas una causa, muéstralo con hechos. Como la firma de moda Patagonia que dona el 1% de sus ventas a la protección del medio ambiente. Eso sí es Enlace: Comunicar un propósito auténtico.
Error 2: Propósito como Maquillaje Superficial
Otro gran error es tratar el propósito como un mero eslogan pegadizo, un cliché motivacional vacío. Algo para "vernos bien", sin profundidad real. A esto se le llama purpose-washing, primo hermano del greenwashing.
Lo vemos continuamente: "Empoderamos, innovamos, impactamos blah, blah...". Pura palabrería hueca que no aporta nada tangible. El propósito no es algo que "se tiene", es algo que "se hace" y "se vive" cada día. No basta con páginitas bonitas y hashtags cool. Hay que demostrarlo en la práctica.
¿Un ejemplo a seguir? La empresa de calzado TOMS, que por cada par vendido dona otro a un niño necesitado. O Warby Parker, que hace lo mismo con gafas. Su propósito está tejido en su modelo de negocio y genera un impacto real. No es cosmético, es su ADN.
Error 3: El Propósito Desconectado del Negocio
Por último, un error mortal es ver el propósito como algo separado del modelo de negocio. Algo bonito de puertas para afuera, pero que no toca el core del proyecto. Gran fallo.
El propósito debe ser el eje central que guíe todas las áreas de la empresa: estrategia, operaciones, finanzas, cultura, todo. No puede ser un pegote, un accesorio decorativo. Tiene que estar en el corazón del negocio y alinearse con la propuesta de valor.
Enlace: Un modelo de negocio consciente implica crear valor para todos los grupos de interés, no sólo para los accionistas. Requiere productos, servicios y procesos que aporten al bien común. Cuando se hace bien, el impacto positivo va de la mano con la rentabilidad. No son excluyentes, se potencian.
En resumen, estos son los 3 errores que debes evitar como la peste al crear un proyecto con propósito:
- Incoherencia entre lo que dices y lo que haces
- Propósito como maquillaje superficial sin sustancia
- Desconectar el propósito del modelo de negocio
Si esquivas estas trampas y construyes desde la autenticidad, vas por buen camino para Enlace: Crear un proyecto sostenible con propósito que deje huella. ¡Manos a la obra y a por ello!